Esta fecha pone de manifiesto el derecho de todos y cada uno de los seres humanos a ser libres de cualquier tipo de discriminación. Nadie debe ser discriminado por su edad, sexo, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, raza, etnia, idioma, estado de salud, ubicación geográfica, situación económica, condición de migrante, o por cualquier otra razón, bajo ninguna circunstancia.
Todas las personas, y los grupos de personas, tenemos derecho a un trato digno: que se respete nuestra dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, y que se nos garantice la ausencia de coacción y abuso en igualdad de condiciones. Sin embargo, la discriminación, que generalmente está basada en la desinformación o en el miedo a lo desconocido, sigue debilitando los esfuerzos para conseguir un mundo más justo y equitativo y provoca dolor y sufrimiento a muchas personas que sufren diariamente por ser quienes son o hacer lo que hacen.
Todos debemos ser parte de esta transformación hacia una sociedad más equilibrada.